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Crecimiento personal

El crecimiento personal tiene que ver con las acciones que una persona realiza para mejorar sus talentos, su potencial, su trabajo y su conciencia. Es el esfuerzo que hace una persona para alcanzar sus sueños y generar prosperidad. El crecimiento personal tiene que ver con las acciones que una persona realiza para mejorar sus talentos, su potencial, su trabajo y su conciencia. Es el esfuerzo que hace una persona para alcanzar sus sueños y generar prosperidad. El objetivo de este crecimiento es mejorar la calidad de vida descubriendo en el camino nuestra propia identidad e intentando alcanzar aquellos objetivos que vamos fijando a lo largo de nuestra vida y que nos hacen mejores personas. El crecimiento personal es una carrera de fondo, un proceso que dura toda la vida. Por desgracia, a veces ponemos nuestra vida en “piloto automático” olvidando nuestras aspiraciones, nuestros sueños o nuestras necesidades. En esta sociedad que va tan rápida, es fácil dejar de ser protagonistas de nuestra vida y perder de vista nuestros deseos más personales. Ante el duelo, es importante señalar que no hay tiempos. Como poco, empezamos a terminar de elaborar una pérdida al año de suceder esta. Una vez que hemos atravesado todos los eventos importantes que nos recuerdan a la persona o a aquello que hayamos perdido (cumpleaños, navidades, momentos importantes, etc.). Por eso es importante el acompañamiento y no juzgar. Todos necesitamos nuestro tiempo para gestionar las dificultades emocionales que se derivan del dolor de la pérdida, y cada unx de nosotrxs necesita un espacio y una forma para poder hacerlo. Si antes hablábamos de las cosas por las que podemos atravesar un duelo, ahora queremos hablar de los 5 tipos de duelos que podemos vivir. La individualidad del cambio El cambio comienza en nosotros mismos. Es un proceso personal e individual. Nadie puede cambiarnos si nosotros no estamos dispuestos a cambiar. Cuando vivimos en automático y perdemos de vista nuestros objetivos en la vida, toca examinar cómo está nuestro mundo, tanto el interno como el exterior. Toca pasar a la acción y transformarse, volver a conectar con nuestra propia identidad. Esta es la manera correcta de recuperar nuestro bienestar y nuestro nivel de autosatisfacción. ¿Estás donde quieres estar? Esta pregunta es muy significativa y, en cambio, pocas personas se la hacen. Esto se debe a lo que comentamos anteriormente de que muchas veces, para vivir, ponemos el “automático” y no reflexionamos sobre cómo va nuestra vida, ¿dónde estamos yendo? ¿por qué tomo esta decisión y no la otra? ¿me satisface mi trabajo? ¿y mi vida personal? huimos de estas preguntas porque nos es más fácil seguir sin responderlas, pero el camino hacia nuestro bienestar y nuestro crecimiento personal implica responderlas y así poder establecer unos pasos a seguir para lograr ese cambio hacia nuestro equilibrio y nuestra armonía personal. Debemos observar e identificar esas preguntas y definir qué podemos hacer para mejorar lo que no nos hace satisface. Esta es la manera de lograr el cambio. Claves para transformar tu vida ¿Qué podemos hacer para cambiar nuestra vida?, ¿Cómo podemos alcanzar nuestros objetivos? Estas son preguntas comunes que nos hacemos cuando llegamos a estos puntos de reflexión y que nos pueden servir de empujón para alcanzar nuestras metas. Autoconocimiento y autoconciencia El primer gran paso es conocerse a uno mismo. Evaluar nuestro sistema de valores y creencias y examinar nuestros puntos fuertes y débiles. El objetivo de este primer punto no es ser excesivamente exigente con uno mismo. Conocerse a uno mismo conlleva tiempo y trabajo. Es importante saber por qué tomamos una decisión y no otra. ¿Qué nos llevó a decidir así? Sal de tu zona de confort Este concepto está muy de moda para referirse a ese lugar donde nos sentimos protegidos y cómodos. Ese lugar donde vivimos una monotonía sin sobresaltos. Un lugar donde nada nos sorprende ni nos inquieta. Salir de esa zona de confort requiere cambiar las creencias limitantes que tenemos y enfrentarnos a ese “miedo” paralizante que tenemos a los cambios. Trabajar para ver esos cambios como una oportunidad para crecer y acercarnos a nuestra felicidad. Apertura al cambio La mente es “la loca de la casa” y muchas veces no hay que intentar no escucharla. Ella huye de los cambios porque le crean inestabilidad, pero, a base de esforzarnos por cambiar o mejorar, habituamos también a nuestra mente a ver el cambio como una oportunidad. La mente puede ser nuestra aliada si la educamos para ello. Estar abierto al cambio y tener voluntad para llevarlo a cabo es un requisito indispensable para poner en marcha cualquier transformación. Tener un plan de acción El autoconocimiento nos ayuda a definir los objetivos de manera realista y nos permite establecer prioridades. Para lograr estos objetivos es necesario planificar los movimientos y la manera de alcanzar las metas que consideramos que son importantes para nosotros. Una vez sepamos que es importante para nuestra felicidad y nuestro bienestar debemos establecer metas, primero a corto plazo, luego a medio y por último a largo plazo para poder iniciar el paso a la acción. Responsabilidad Es muy frecuente que nos cueste responsabilizarnos de los problemas nuestros problemas y que busquemos la causa de ellos fuera de nosotros o que culpemos a otros de nuestros propios errores. Nos resulta más fácil hacernos las víctimas que asumir responsabilidades. Acudir a terapia Cuando no logramos ver con claridad quienes somos es bueno acudir a un especialista, en este caso del crecimiento personal, un psicólogo sería lo adecuado. No es necesario tener un problema grave ni extremadamente grave para acudir a un profesional. El crecimiento personal forma parte de la labor del psicólogo y nos puede ayudar a ver algo que a nosotros se nos escapa o darnos una visión más objetiva de lo que vivimos y cómo avanzar.

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¿Cómo te comunicas?

Hoy queremos hablar de los diferentes estilos de comunicación y de algunas habilidades de comunicación que nos ayudarán en nuestro día a día. ¿Te ha pasado alguna vez que querías decir algo pero no te has sentido cómod@ con cómo lo has hecho? En ocasiones nos ocurre que tenemos muy claro lo que queremos decir, pero acabamospor no decirlo por miedo o por sentir que no tenemos las herramientas suficientes para poder hacerlo. Hoy queremos hablar de los diferentes estilos de comunicación y de algunas habilidades de comunicación que nos ayudarán en nuestro día a día. ¿Qué son los estilos de comunicación y cuáles son? Solucionar conflictos de forma eficiente es clave para sentirnos bien y hacernos escuchar. Existen 4 estilos de comunicación con los que poder hacerlo ¿cuál es el que más predomina en tu vida? Estilo pasivo A este tipo de comunicadores seles suele complicar hablar de sus necesidades y suelen evitar el conflicto deforma activa. Suelen ser personas que se muestran agradables o incluso tímidos. ¿Alguna vez te has encontrado con alguna persona que repite frases como “Bueno, no importa”, “Está bien sí, no te preocupes”? Una buena forma de comunicarte con una persona de este estilo, es facilitarles expresar sus necesidades y mostrarnos abiertos y empáticos. Estilo agresivo Es el lado opuesto al anterior estilo. Son personas que anteponen y expresan lo que ellos necesitan a lo que los demás pueden necesitar, y para quienes les escuchan, pueden resultar cortantes. Suelen ser personas que interrumpen, que utilizan un tono fuerte y que se muestran dominantes o impulsivos en una conversación. Con estas personas, es importante establecer límites. Estilo pasivo-agresivo Las personas que utilizan este estilo, suelen mostrar mensajes confusos porque mientras que en el mensaje verbal dicen algo, por ejemplo “Has lo que quieras”, su forma de expresarse a nivel no verbal dice cosas muy diferentes (poner cara de sorpresa o de enfado).Son personas que no comunican de manera directa lo que necesitan, pero te lo hacen saber por otros medios, aunque la sensación que acaban generando, es de confusión. Con estas personas es importante saber que utilizan este estilo y tratar de ser un ejemplo de asertividad para ellos. “Toda conducta es comunicación y no puede no haber comunicación” Paul Watzlawick Estilo asertivo Es el estilo ideal de comunicación. Son personas que escuchan y expresan sus necesidades, pero teniendo en cuenta lo que los límites de los demás y lo que pueden necesitar. Son personas que enfrentan los conflictos en vez de evitarlos y se muestran abiertos para conocer las emociones y opiniones de los demás, a la vez que piden ayuda. ¿Qué habilidades pongo en marcha para poder ser un estilo asertivo? Es importante dejar claro que poder llegar a ese estilo asertivo si nos hemos estado moviendo toda nuestra vida por alguno de los otros tres, no va a llegar de la noche a la mañana. Aún así, hay algunas estrategias que podemos utilizar y poner en práctica en nuestro día a día para ir integrándolo. Escucha activa Atender a quién tenemos delante, al igual que sentirnos atendidos o escuchados, es el primer paso para poder comunicarnos de manera eficiente. Oír, no es lo mismo que escuchar. Por eso mismo, es importante permitirnos estar en la conversación y atender a lo que nos quieren expresar. Mente abierta Mostrarnos abiert@ a otras ideas y puntos de ver la vida, muestra flexibilidad y capacidad de escucha. Empatía Conectar con el otro, pasa tratar de entender su situación y ponernos en su piel. Esto nos ayuda a comprender sus pensamientos, sentimientos y emociones. Todo esto nos permite mejorar nuestra conexión. Claridad y concisión Ser claros entre lo que decimos y reflejamos con nuestros gestos, es clave para poder tener una comunicación directa y eficiente.

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El proceso de duelo

Las pérdidas forman parte de nosotros. Las sufrimos cuando cambiamos de ciudad, cuando cumplimos años, cuando perdemos capacidades, cuando fallece alguien que queremos o cuando dejamos una relación. Las pérdidas forman parte de nosotros. Las sufrimos cuando cambiamos de ciudad, cuando cumplimos años, cuando perdemos capacidades, cuando fallece alguien que queremos o cuando dejamos una relación. Pero no solo existen muchos tipos de duelos, sino que existen tantos duelos como personas en el mundo. ¿Por qué? Porque las características de la pérdida, las vivencias de cada unx a lo largo de nuestra vida y el apoyo del entorno que sentimos a la hora de elaborar el duelo, condicionan mucho el cómo lo gestionaremos. Hay diferentes formas de entender el duelo. Aunque otros autores como Bowlby o Parks ya hablaron de diferentes fases, la psicóloga Kübler-Ross fue quién estableció las 4 fases que según ella atravesamos ante los duelos. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Cada una de ellas conlleva unos procesos emocionales y cognitivos, y en ocasiones es complicado poder diferenciarlas y reconocerlas en nosotros. Ante el duelo, es importante señalar que no hay tiempos. Como poco, empezamos a terminar de elaborar una pérdida al año de suceder esta. Una vez que hemos atravesado todos los eventos importantes que nos recuerdan a la persona o a aquello que hayamos perdido (cumpleaños, navidades, momentos importantes, etc.). Por eso es importante el acompañamiento y no juzgar. Todos necesitamos nuestro tiempo para gestionar las dificultades emocionales que se derivan del dolor de la pérdida, y cada unx de nosotrxs necesita un espacio y una forma para poder hacerlo. Si antes hablábamos de las cosas por las que podemos atravesar un duelo, ahora queremos hablar de los 5 tipos de duelos que podemos vivir. Duelo anticipado Este duelo ocurre en dos situaciones diferentes, una de ellas previo al fallecimiento y otra en situaciones de catástrofe o violentas, donde el cadáver no ha sido encontrado pero la familia anticipa el final. El primero se da ante enfermedades de larga duración y donde el personal médico ha podido transmitirnos el pronóstico de vida. En ambas situaciones, los familiares y amigos tienen un lapso en el que procesar lo que ocurrirá e ir generando estrategias para afrontar el momento del fallecimiento o de la noticia. Duelo crónico Muchos dolientes que atraviesan este duelo experimentan emociones y procesos personales que les llevan a sentir que el fallecimiento ha sucedido hace poco, a pesar del paso del tiempo. Son personas que invierten energías en rememorar lo vivido, no pudiendo vivir en el presente sin la pérdida y dejando de lado proyectos nuevos. Duelo retrasado Este tipo de duelo suceden cuando la respuesta a la pérdida tarda en aparecer. Digamos que las personas no reaccionan de manera inmediata al dolor. Suele darse en personas que tienen un papel de cuidado y organización tras la pérdida (funerales, entierros, ceremonias, etc.) y lleva a experimentar el duelo cuando estos eventos han terminado. Al haber pospuesto todas las emociones derivadas del duelo, cuando estas aparecen lo hacen de una forma intensa y en muchas ocasiones, complicadas de gestionar y viviéndolas con extrañeza. Otras herramientas que nos puede venir de buen uso son las técnicas de relajación y estrés, dedicar 5-10 minutos al día, incluso más si lo creemos oportuno en utilizar técnicas como la diafragmática, nos podría ayudara tener un mayor rendimiento. Por último tomarnos la oposición con paciencia y en un modo calmado, saber que es una progresión e ir exigiéndonos según vayamos avanzando en nuestro estudio. Otra parte importante como refuerzo es ir proponiéndonos objetivos a corto plazo e ir cumpliéndolos, lo que nos reforzara y motivara para seguir alcanzando cada vez más objetivos y demostrarnos a nosotros mismo la capacidad que tenemos. Duelo desautorizado La pérdida de un bebe antes de dar a luz, el fallecimiento de una expareja, de una mascota, etc., a veces se viven desde el rechazo. Socialmente son pérdidas que no están bien vistas yante las que las personas responden con mensajes totalmente invalidantes. “Sois jóvenes, podréis tener más hijos”, “Era solo una mascota”, “No sé por qué estás tan mal, ya no estabais juntos”. Quizá desde un intento de ayuda, a veces generamos más dolor y no permitimos que el proceso natural de duelo siga su curso. Duelo patológico A veces sentimos miedo a la pérdida. ¿Cuántas personas de tu entorno has visto que dejan de lado relaciones por el miedo a sufrir? El miedo puede llegar a paralizarnos y no permitirnos vivir y disfrutar de lo que nos importa. Por eso, hoy queremos acabar con esta frase: “Solo las personas capaces de amar intensamente pueden sufrir un gran dolor, pero esta misma necesidad deamar sirve para contrarrestar sus duelos y las cura” (Leo Tolstoy) Porque convencernos de dejar de querer a alguien por el miedo a pasarlo mal tras la pérdida, no ayuda a elaborar el duelo. Permitirnos el amor, sí.

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La ansiedad en las oposiciones

La ansiedad en las oposiciones, explicamos una serie de claves para poder continuar estudiando para las oposiciones y mantener la ansiedad a raya. Son muchas personas las que a día de hoy se encuentran opositando para conseguir una plaza en el sistema público de nuestro país. Sometidos a diferentes presiones como la presión por estudiar, organización, un post-confinamiento, cambios de fechas… y un sinfín de preocupaciones sumadas a nuestras cargas personales que nos agotan y que en muchas ocasiones condicionan nuestro tiempo y ganas de invertir en una oposición. Por ello, a continuación, se van a explicar una serie de claves para poder continuar estudiando para las oposiciones y mantener la ansiedad a raya. La ansiedad se puede gestionar La ansiedad es una respuesta biológica que aparece antes situaciones que consideramos peligrosas. En principio debería ser una respuesta adaptativa que nos permitiría reaccionar ante dichas situaciones y estar alertar y poder evitar o arreglar dicha situación. Por otro lado, hay ciertas situaciones que ya nos son adaptativas, porque nos generan una serie de síntomas físicos que nos condiciones como, por ejemplo; Mareos, aumento de pulsaciones, presión en el pecho, tensión muscular, problemas de concentración). Hay que tener en cuenta que los síntomas físicos de la ansiedad varían en función de la persona a pesar de que tenemos algunos síntomas similares en diferentes individuos. Evidentemente esta situación condiciones nuestra vida en todos sus campos, por eso, aunque debemos de saber que la ansiedad no se puede evitar si podemos aprender a gestionarla y tener mayor control sobre la situación. Gestionar pensamientos ansiosos En numerosas ocasiones nos pueden saltar pensamientos ansiosos que repercuten en nuestro estudio y que tenemos que aprender a gestionar para poder continuar con nuestro objetivo y llegar a alcanzarlo. Lo primero, por tanto, sería darnos cuenta de que tenemos esos pensamientos, identificarlos y luego transformarlos en otros pensamientos más realistas que nos ayuden a seguir estudiando y que estén más centrados en soluciones. Por ejemplo, “no puedo adivinar el futuro sobre si aprobaré o no, entonces pensamientos como “no voy a aprobar, “no me da tiempo, “Seguro que no consigo la plaza…pero si podemos tener pensamientos más realistas como, lo que sí puedo hacer es estudiar cada día, poco a poco y deforma constante. De esta forma, llevaré el temario de la mejor manera posible”. Organización y gestión del tiempo Para un opositor y en su defecto un estudiante, una de las herramientas más importante es la organización del tiempo. La búsqueda de hábitos nos permite que a largo plazo el estudiar sea una tarea mucho más llevadera y que podremos realizar con mayor facilidad, acciones como siempre la misma franja horaria, un mismo lugar o un calendario visible para poder llevar al día nuestro planing puede permitirnos ser mas eficientes. Otra parte importante como refuerzo es ir proponiéndonos objetivos a corto plazo e ir cumpliéndolos, lo que nos reforzara y motivara para seguir alcanzando cada vez más objetivos y demostrarnos a nosotros mismo la capacidad que tenemos. Herramientas para potenciar nuestro estudio Además de utilizar buenas técnicas de estudio debemos focalizar nuestra atención en aspectos tan importantes como el descanso, es recomendable por lo menos un día de desconexión, añadiendo alguna semana a lo largo del tiempo de oposición que nos sirva para despejar la mente. Otras herramientas que nos puede venir de buen uso son las técnicas de relajación y estrés, dedicar 5-10 minutos al día, incluso más si lo creemos oportuno en utilizar técnicas como la diafragmática, nos podría ayudara tener un mayor rendimiento. Por último tomarnos la oposición con paciencia y en un modo calmado, saber que es una progresión e ir exigiéndonos según vayamos avanzando en nuestro estudio. Otra parte importante como refuerzo es ir proponiéndonos objetivos a corto plazo e ir cumpliéndolos, lo que nos reforzara y motivara para seguir alcanzando cada vez más objetivos y demostrarnos a nosotros mismo la capacidad que tenemos.

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Criar a nuestros hijos

Sabemos de la importancia de criar a nuestrxs hijxs, pero a veces no sabemos cómo hacerlo. Como madres o padres no nacemos con un libro de instrucciones en el que poder basarnos para saber si los pasos que estamos dando son los adecuados o no. Y hoy queremos reflexionar sobre ello. Sabemos de la importancia de criar a nuestrxs hijxs, pero a veces nosabemos cómo hacerlo. Como madres o padres no nacemos con un libro deinstrucciones en el que poder basarnos para saber si los pasos queestamos dando son los adecuados o no. Y hoy queremos reflexionar sobreello. Como progenitores, aunque no siempre, solemos tener nuestra voz crítica multiplicándose por mil a cada paso que damos. Dudamos de los límites, de si ser autoritarios es lo justo, de siles aportamos el cariño que necesitan, de si lo estamos haciendo bien, etc. Para. Para un segundo y permítete mirar hasta dónde y cómo has llegado con ellos. Y hay una cosa que tenemos que recordarnos: Las personas estamos en constante aprendizaje con nosotrxs mismxs y con el mundo en el que vivimos. Se habla mucho de errores, de lo que no hacer cuando criamos, pero parece que con ello dejamos de lado la parte humana e imperfecta de los padres y madres. Sabemos que ser progenitor implica una responsabilidad, pero lo que se nos escapa es que medir el éxito es complicado porque no hay una preparación. Ser padre o madre no es algo que se enseñe en los colegios o universidades. No nos dicen los criterios para ser el ‘padre o madre’ perfectx, y menos mal. ¿Por qué este ‘menos mal’? Porque nuestros errores (siempre dentro de un criterio de no maltrato), ayudan a nuestros hijxs a enfrentar la frustración que forma parte de la vida. La vida está llena de situaciones complicadas en las que en muchas ocasiones nos vemos sobrepasadxs. Y ser conscientes desde casa de que eso está ahí es importante. PERO (y lo pongo con mayúsculas), lo más importante y necesario aún de esos errores y de la frustración que hay detrás de ellos, es cómo reparamos el daño causado. No podemos ser padres o madres perfectos, es imposible, básicamente porque cada uno tendría un ideal. Pero podemos ser conscientes de los errores que cometemos, para tratar de reparar el daño causado en nuestrxs hijxs, y desde ahí, enseñarles a autogestionarse y a perder el miedo al error. Nos necesitan. Somos su referencia para enfrentar su mundo interior y todas las emociones que son desconocidas para ellxs. Así que lo mejor que podemos hacer para ello es cuidarnos. Cuidar nuestro mundo interno y lo que ello conlleva. Pero como siempre nos gusta dejaros algunas ideas, ¿qué podemos hacer como padres? Piensa en cómo te han educado a ti. Permítete mirar tu historia personal y fíjate en aquellos mandatos que viviste y que te identifican a día de hoy, y sobre todo, atiende a aquellos mandatos que rechazas. ¿Qué hay de lo que has vivido que te gustaría transmitir a tus hijos? ¿Qué actividades forman parte de la vida de tu hijx? Para él/ella, va a ser muy importante que participes de ellas y que compartáis espacios juntxs. ¿Cómo es para ti sentir que hay cosas que sientes que ‘deberías hacer’ pero que no eres capaz de llevar a cabo? Permítete flexibilizar y ser consciente de que ser padre/madre es una tarea llena de errores pero, sobre todo, de reparaciones.

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Lo que esconde el amor

Descubre qué es la química del amor, cómo se pasa del enamoramiento a un amor maduro y qué puedes hacer para trabajar un amor maduro. El amor es una de las cosas más misteriosas que inundan nuestra vida y por eso queremos darle un espacio en Psicoline. Hay muchas formas de entender el amor, desde el amor entre padres e hijos, el amor entre amistades o el amor en pareja, que es en el que hoy nos centraremos. La química del amor ¿Cuántas veces te has enamorado y has empezado a sentir que un torbellino de emociones invadían tu cabeza y tu cuerpo? No, no estás loc@, son la química del amor y nuestro cerebro poniéndose en común. Ambos se ponen de acuerdo producir un cóctel de neurotransmisores que nos acaban llevando a sentir muchas sensaciones en las relaciones. Empezamos a encontrarnos a gusto con una persona, y como si de una adicción se tratara, nuestro organismo empieza a segregar dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir placer y euforia. Como forma parte del sistema de recompensa de nuestro cerebro, sentimos la necesidad de estar cerca de la otra persona, llegando incluso a sentir tristeza cuando desaparece. Junto con la dopamina, aparece la norepinefrina, y juntas crean el cóctel perfecto para empezar la chispa del amor y la parte más pasional de las relaciones. Pero ¿qué es lo que nos permite mantener más tiempo una relación y con un vínculo más fuerte? No todo es una montaña rusa de sensaciones. También necesitamos llegar a cierta estabilidad porque mantenernos en la primera parte de una relación, aunque emocionante, puede llegar a ser agotador. Por eso mismo, aparecen otras sustancias que nos ayudan a conseguir reforzar el vínculo con nuestra pareja. La oxitocina u hormona del amor nos ayuda a sentirnos cerca de la persona que queremos. Es un neurotransmisor que generamos cuando nos abrazamos o estamos en contacto físico con esa persona, pero incluso nuestras expectativas y lo que imaginamos sobre estar cerca de ella, nos llevan a generarla, por lo que incluso en la distancia podemos sentirnos unid@s. ¿Cómo pasamos del enamoramiento al amor maduro? Cuando empezamos una relación de pareja, surgen muchas dudas y sentimientos que pueden sentirse como una montaña rusa. Uno de los primeros pasos del enamoramiento es el de idealizar a la persona que tenemos al lado. Creamos una imagen del otro que podemos llegar a inventar, en la que incluso proyectamos cosas que nos gustaría que la persona tuviera. Esto no es malo, forma parte de la fase de enamoramiento, pero a pesar de que sea así, es importante que podamos permitirnos bajar los pies a la tierra y tratar de compatibilizar esta idealización con la realidad de quien tenemos delante. ¿Por qué? Porque si creamos una idea del otro, en el momento en el que esta primera fase de la relación termine, podremos sentirnos desubicados con la persona que tenemos delante, y tal vez lleguemos a sentir que no la conocemos. Cuando nos enamoramos de alguien, también pasamos por un momento de unión y de deseo de unión. A veces nos perdemos a nosotr@s mism@s en ese inicio y perdemos de vista los proyectos individuales. Es normal que todo esto ocurra, porque nuestro deseo está en pasar tiempo con esa persona, pero cuando todo eso termina, podemos incluso preguntarnos en qué lugar hemos quedado nosotros. Por eso mismo es importante poder mantener espacios para un@ mism@. Lo cual no significa que la otra persona quede fuera de ellos. Simplemente es un modo de mantener la autonomía propia. Uno de los grandes mitos que encontramos respecto a las relaciones de pareja, es el hecho de la necesidad de fluir. Parece que los conflictos o los diferentes puntos de vista son un bache para la pareja, y cuando nos encontramos ante esta situación, empezamos a pensar que la pareja no merece la pena, pero nada más allá de la realidad. Para mantener una pareja es necesario aprender a tolerar la diferencia y querer hacer frente a esos puntos de desacuerdo. Cuando entendemos esto, empezamos a comprender que en la pareja, el conflicto bien gestionado, nos lleva al crecimiento. Por ello, responsabilizarnos de nuestra parte de trabajo para mantener la relación, es un gran punto sobre el que mantenernos y poder elegir. Y finalmente el mundo sexual. Es normal que el deseo que experimentamos por nuestr@ compañer@ decrezca y es importante poder comprender estos cambios y aceptarlos. Mantener la vida sexual en la pareja pasa por trabajar la motivación y el placer compartido. ¿Qué puedo hacer para trabajar un amor maduro? Hay algunas cosas que podemos hacer o tener en cuenta para trabajar por ese amor maduro y mantenerlo. Comunicación. En una relación es importante escuchar y hablar de nuestras necesidades. Ser conscientes y transmitirlas a nuestra pareja es un hecho que permite construir bases sólidas desde la confianza y la seguridad. Tolerancia. La diferencia siempre va a existir. Sois dos personas diferentes (todos lo somos) y precisamente por eso pueden aparecer puntos de desacuerdo. Pero es importante no asustarse, ya que si aprendemos a gestionarlo y tolerar la diferencia con nuestra pareja, creceremos. Respeto y apoyo. Precisamente la tolerancia a la diferencia es la que nos lleva a estos dos puntos tan importantes. Sentir que podemos contar con la otra persona en momentos difíciles es importante para sentir que la relación crece y se mantiene. En esta entrada te ayudamos a normalizar la asistencia a sesiones: ¿por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo? 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La psicología del sexo

El sexo es un tema amplio, curioso y con muchos tabúes. Es controvertido y subjetivo ya que cada persona puede experimentar el placer de distintas formas y por diversos caminos. Conoce el deseo, la satisfacción sexual y descubre cuáles son los problemas más comunes. ¿Qué es el sexo? El sexo es el conjunto de actividades y comportamientos relacionados con el placer sexual. Factores determinantes del deseo sexual La psicoterapeuta belga Esther Perel, precursora del concepto de «Inteligencia Erótica», afirma que la naturaleza del deseo en una relación parte de dos necesidades fundamentales para el ser humano: Por un lado, la necesidad de seguridad, de pertenencia y permanencia, de predictibilidad. Por otro, la necesidad de experimentar novedad, riesgo y sorpresa. Y ese equilibrio entre “seguridad – sorpresa” es lo que mantiene el deseo en la pareja. El deseo suele ir marcado por un cierto “egoísmo” (en el buen sentido de la palabra), podemos conectar con nosotros mismos a través del otro. Lo previsible pierde encanto, “el fuego necesita aire” como diría Perel. Otro aspecto importante del deseo es la imaginación A diferencia de los animales, las personas podemos experimentar deseo mediante la anticipación, predecir lo que va a ocurrir es una inyección erótica para el sexo. En ocasiones nos planteamos si una crisis de deseo podría ser una crisis de imaginación. Factores determinantes de la satisfacción sexual Las fases que configuran el acto sexual son: deseo, excitación, orgasmo y satisfacción sexual. Como vemos la satisfacción sexual se podría considerar la ultima parada del sexo, ya que se basa en la frecuencia y la variedad del acto. Aquí mostramos los factores que pueden aumentar o reducir el nivel de satisfacción sexual: Mayor conocimiento en habilidades sexuales Aspectos emocionales de las relaciones de pareja Estado físico Intimidad Problemas más comunes en el sexo Los problemas en la vida sexual son más comunes de lo que la gente se piensa. existe una limitación de las personas a exponer los problemas por miedo a ser juzgados o menospreciados. Estos problemas pueden ser tanto físicos como psicológicos. Trastorno del deseo sexual La falta de interés o apatía en el sexo, es un problema frecuente en ambos sexos, pero se da con más frecuencia en las mujeres. Esta apatía no solo incluye desinterés en el sexo, sino también en toda la conducta sexual (masturbación, felación…) Disfunción eréctil Es la incapacidad que tiene el hombre para mantener el miembro erecto y así tener un coito satisfactorio. Esto puede ocurrir por diferentes causas entre las que se encuentra, por ejemplo, la ansiedad. Trastorno de la excitación en la mujer Es la imposibilidad de experimentar cambios fisiológicos durante el sexo (lubricación, ansiedad…) Vaginismo Es una disfunción sexual femenina que se caracteriza por la imposibilidad para conseguir la penetración vaginal debido a la contracción de los músculos que rodean la entrada de la vagina. Relacionan la penetración con la sensación de peligro y esto impide la relajación muscular. Eyaculación precoz Es un trastorno del orgasmo masculino en el que el varón expulsa el semen prematuramente, sin que éste lo desee. Puede originarse por distintas causas, siendo los factores psicológicos los predominantes. Trastorno por dolor La dispareunia es el dolor persistente y recurrente en el área pélvica durante poco después de la penetración y aunque es común en ambos sexos predomina más en las mujeres. En esta entrada te ayudamos a normalizar la asistencia a sesiones: ¿por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo? Conoce más sobre nosotros en la web o contáctanos a través de nuestras redes sociales.

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¿Pones límites en tu vida?

En esta entrada trataremos de comprender para qué se deben poner límites en tu vida y algunas ideas que nos ayudarán a enfrentar situaciones en el futuro. Antes de que respondas a esa pregunta, vamos a tratar de comprender qué significa poner límites en tu vida. ¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que sabías que no querías hacer algo pero acabaste haciéndolo? Pues más o menos, esa situación es un ejemplo de no establecer límites en tu vida. Aprender a ponerlos pasa por aprender muchas cosas de nosotr@s mism@s, entre otras conocer a qué le tenemos miedo y cómo se ha creado todo eso en nuestra historia personal. ¿Por qué poner límites en tu vida? Principalmente porque los límites significan autocuidado. Significan conocer los puntos de nuestra vida que no queremos que se sobrepasen, y todo ello incluye conocernos y saber qué no estamos dispuestos a aceptar. A veces puede ser complicado porque ello implica entender qué necesitamos (y qué no) y hacérselo saber a los demás mientras respetamos sus necesidades. Pero claro, si no estamos acostumbrados a escuchar nuestras necesidades, todo esto puede hacerse un poco cuesta arriba. Sin embargo, hay muchos beneficios si los ponemos. Podemos mejorar nuestra autoestima (aprendemos a conocer que somos igual de válidos por priorizarnos), nos ayudan a conocernos (nos permite conocer qué queremos y necesitamos) y además nos lleva a vivir en relaciones mucho más sanas y equilibradas (poder transmitir a los demás lo que necesitamos facilita que puedan ayudarnos si lo necesitamos). ¿Es normal que te cueste poner límites en tu vida? ¡Por supuesto que es normal! Cuando hay áreas de nuestra vida que no hemos podido trabajar como nuestra autoestima o nuestro autoconocimiento, es muy difícil conocer qué es lo que necesitamos de nosotros mismos y de los demás. La falta de todo ello podemos verla en nuestra gestión de las emociones, en cómo nos encontramos y percibimos el mundo o en cómo son nuestras relaciones. A pesar de eso tenemos una buena noticia, y es que todo ello se puede trabajar. ¿Cómo? Pidiendo ayuda profesional si sentimos que hay cosas en nuestro día a día que nos resultan difíciles. ¿Por qué te cuesta poner límites? Como decíamos antes, el talón de Aquiles de los límites en gran medida, es el rechazo. Hay ocasiones en las que damos prioridad a lo que los demás necesitan porque la culpa puede aparecer después si decimos que no: “Soy mala amiga”, “soy egoísta”, “soy mala hija si le digo que no”, etc. Con este tipo de pensamientos se nos olvida algo que en terapia nos encanta remarcar: NO SOMOS LO QUE HACEMOS, SOMOS MUCHO MÁS. Por un día priorizarte o incluso fallar a las personas, no significa que seas una mala persona, significa que has podido equivocarte, que eres human@ y que cometes errores. Eso sólo te hace ser persona, nada más. ¿Cómo poner límites en tu vida? Como decimos en muchas ocasiones, no hay tips milagrosos que de repente nos quiten el miedo a poner límites, porque posiblemente haya muchas cosas de nuestra historia personal que trabajar, pero a pesar de ello os traemos una idea para que pongáis en práctica: Empecemos por el principio Piensa en una situación de tu día a día en la que decir ‘NO’ sea complicado ¿Por qué resulta tan complicado? Piensa en diferentes formas de hacerlo ¿Qué consecuencias positivas y negativas tendría hacerlo? ¿Las negativas lo son tanto? ¿Tienen solución? Llévalo a tu día a día Cuando hayas practicado con cosas pequeñas de tu día a día y hayas comprobado esos pros y contras de los límites, prueba a hacerlo en áreas que resulten más complicadas. Te invitamos a reflexionar con estas preguntas ¿Qué siento que puede ocurrir si digo que no? Tal vez siento que voy a perder importancia en la vida de la persona a la que digo que no o que tal vez me convierta en una persona egoísta. Si ese miedo que aparece al decir no desapareciera, ¿qué es lo que siento que necesito? Y ¿cómo puedo dármelo? En esta entrada te ayudamos a normalizar la asistencia a sesiones: ¿por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo? Conoce más sobre nosotros en la web o contáctanos a través de nuestras redes sociales.

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La inteligencia emocional

La inteligencia emocional es la capacidad de comprender, gestionar y utilizar nuestras propias emociones. La inteligencia emocional es un concepto innovador que está marcando un camino nuevo dentro de la psicología. Se considera intrínseca en el ser humano, en sus comportamientos y en su actividad mental. Siempre se ha pensado que el éxito en la vida de una persona estaba unido a un coeficiente intelectual (IQ) alto. Esto le otorgaría unos buenos aprendizajes y la capacidad para desenvolverse en el ámbito profesional de forma adecuada. Esta afirmación no es incorrecta, pero en la actualidad (gracias a unos estudios que se hicieron hace aproximadamente una década), se deja entrever que, para tener éxito en la vida, a parte del coeficiente intelectual, son necesarias otras cualidades que van más allá del uso de la lógica y la racionalidad. Estas capacidades no son evaluables mediante ningún test de inteligencia. Es por esto que algunas teorías sobre estas otras cualidades empezaron a ganar terreno: la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, la Teoría de Raymond Cattell o la Inteligencia Emocional que popularizó Daniel Goleman. Importancia de las emociones en el día a día Si hiciéramos una pausa siempre al finalizar el día, nos daríamos cuenta de que gran parte de las decisiones que tomamos están cargadas de sentimientos y emociones. Éstas nos mueven en una dirección u otra. Forman parte de la naturaleza del ser humano y no podemos dejarlas fuera de ninguna de nuestras decisiones. Y es bueno que así sea, ya que nos ayudan a saber qué nos hace sentir bien y qué no. Las emociones son necesarias para valorar las opciones que más nos acercarán a nuestro bienestar. Preguntas tan sencillas como: ¿por qué estoy triste después de haber pasado el día con mi pareja?, ¿elegí a mi pareja porque era la mejor opción en ese momento o porque me hace feliz?, ¿elegí a mis amigos por lo que me aportan económicamente o porque me suman en la vida?, ¿Compré mi coche porque era el más rentable del mercado? Son pequeños ejemplos de decisiones que nuestras emociones nos pueden ayudar a responder. Es importante resaltar que existen personas que tienen un mayor dominio de la inteligencia emocional y cabe mencionar la baja correlación entre la inteligencia clásica y la inteligencia emocional ya que no siempre van de la mano. Elementos de la inteligencia emocional Para hablar de los elementos de la inteligencia emocional nos hemos basado en los elementos aportados por el psicólogo y especialista en psicología emocional Daniel Goleman: Autoconocimiento: Conocer nuestros propios sentimientos y como nos afectan. Saber cuales son nuestros puntos fuertes y cuales nuestras debilidades. Esto nos va a permitir tomar buenas decisiones. Autocontrol: Nos permite reflexionar y dominar las situaciones sin precipitarnos. Consiste en saber detectar nuestras dinámicas emocionales, saber cuáles de ellas son efímeras y cuáles son duraderas. Nos hace conscientes de qué aspectos de una emoción podemos aprovechar para nosotros mismos y para nuestras relaciones con el entorno. Automotivación: Nos ayuda en la fijación de objetivos. Esto nos va a permitir aumentar nuestra motivación según los vayamos alcanzando. Un factor imprescindible es tener un grado de optimismo e iniciativa, ser proactivos. Empatía: Las relaciones interpersonales se fundamentan en la correcta interpretación de las señales que los demás nos envían de forma inconsciente (a menudo de forma no verbal). Nos ayuda a establecer vínculos más estrechos y duraderos con las personas que nos relacionamos. Habilidades sociales: Una buena relación con los demás es una fuente fundamental para tener felicidad personal, no solo para tratar con aquellas personas que nos suman y nos hacen felices, sino también para saber tratar con personas que no son de nuestro agrado y aprender a gestionarlas. ¿Existen evidencias empíricas? ipos de evidencias. La primera se encuentra en ciertas partes del encéfalo que intervienen en la aparición de la inteligencia emocional y no en otro tipo de procesos mentales. La segunda, al observar que en los test estandarizados para su medición se ha visto que la inteligencia emocional cuenta con su propia estructura factorial, de modo que se correlaciona con las puntuaciones generales de CI aunque estadísticamente no se comporten igual. El constructo psicológico de la Inteligencia Emocional se basa tanto en la observación del funcionamiento del cerebro como en información obtenida mediante la psicometría. En esta entrada te ayudamos a normalizar la asistencia a sesiones: ¿por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo? Conoce más sobre nosotros en la web o contáctanos a través de nuestras redes sociales.

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