Lo que esconde el amor

Descubre qué es la química del amor, cómo se pasa del enamoramiento a un amor maduro y qué puedes hacer para trabajar un amor maduro.

El amor es una de las cosas más misteriosas que inundan nuestra vida y por eso queremos darle un espacio en Psicoline. Hay muchas formas de entender el amor, desde el amor entre padres e hijos, el amor entre amistades o el amor en pareja, que es en el que hoy nos centraremos.

La química del amor

¿Cuántas veces te has enamorado y has empezado a sentir que un torbellino de emociones invadían tu cabeza y tu cuerpo? No, no estás loc@, son la química del amor y nuestro cerebro poniéndose en común. Ambos se ponen de acuerdo producir un cóctel de neurotransmisores que nos acaban llevando a sentir muchas sensaciones en las relaciones.

Empezamos a encontrarnos a gusto con una persona, y como si de una adicción se tratara, nuestro organismo empieza a segregar dopamina, un neurotransmisor que nos hace sentir placer y euforia. Como forma parte del sistema de recompensa de nuestro cerebro, sentimos la necesidad de estar cerca de la otra persona, llegando incluso a sentir tristeza cuando desaparece. Junto con la dopamina, aparece la norepinefrina, y juntas crean el cóctel perfecto para empezar la chispa del amor y la parte más pasional de las relaciones.

Pero ¿qué es lo que nos permite mantener más tiempo una relación y con un vínculo más fuerte? No todo es una montaña rusa de sensaciones. También necesitamos llegar a cierta estabilidad porque mantenernos en la primera parte de una relación, aunque emocionante, puede llegar a ser agotador.

Por eso mismo, aparecen otras sustancias que nos ayudan a conseguir reforzar el vínculo con nuestra pareja. La oxitocina u hormona del amor nos ayuda a sentirnos cerca de la persona que queremos. Es un neurotransmisor que generamos cuando nos abrazamos o estamos en contacto físico con esa persona, pero incluso nuestras expectativas y lo que imaginamos sobre estar cerca de ella, nos llevan a generarla, por lo que incluso en la distancia podemos sentirnos unid@s.

¿Cómo pasamos del enamoramiento al amor maduro?

Cuando empezamos una relación de pareja, surgen muchas dudas y sentimientos que pueden sentirse como una montaña rusa. Uno de los primeros pasos del enamoramiento es el de idealizar a la persona que tenemos al lado. Creamos una imagen del otro que podemos llegar a inventar, en la que incluso proyectamos cosas que nos gustaría que la persona tuviera. Esto no es malo, forma parte de la fase de enamoramiento, pero a pesar de que sea así, es importante que podamos permitirnos bajar los pies a la tierra y tratar de compatibilizar esta idealización con la realidad de quien tenemos delante. ¿Por qué? Porque si creamos una idea del otro, en el momento en el que esta primera fase de la relación termine, podremos sentirnos desubicados con la persona que tenemos delante, y tal vez lleguemos a sentir que no la conocemos.

Cuando nos enamoramos de alguien, también pasamos por un momento de unión y de deseo de unión. A veces nos perdemos a nosotr@s mism@s en ese inicio y perdemos de vista los proyectos individuales. Es normal que todo esto ocurra, porque nuestro deseo está en pasar tiempo con esa persona, pero cuando todo eso termina, podemos incluso preguntarnos en qué lugar hemos quedado nosotros. Por eso mismo es importante poder mantener espacios para un@ mism@. Lo cual no significa que la otra persona quede fuera de ellos. Simplemente es un modo de mantener la autonomía propia.

Uno de los grandes mitos que encontramos respecto a las relaciones de pareja, es el hecho de la necesidad de fluir. Parece que los conflictos o los diferentes puntos de vista son un bache para la pareja, y cuando nos encontramos ante esta situación, empezamos a pensar que la pareja no merece la pena, pero nada más allá de la realidad. Para mantener una pareja es necesario aprender a tolerar la diferencia y querer hacer frente a esos puntos de desacuerdo. Cuando entendemos esto, empezamos a comprender que en la pareja, el conflicto bien gestionado, nos lleva al crecimiento. Por ello, responsabilizarnos de nuestra parte de trabajo para mantener la relación, es un gran punto sobre el que mantenernos y poder elegir.

Y finalmente el mundo sexual. Es normal que el deseo que experimentamos por nuestr@ compañer@ decrezca y es importante poder comprender estos cambios y aceptarlos. Mantener la vida sexual en la pareja pasa por trabajar la motivación y el placer compartido.

¿Qué puedo hacer para trabajar un amor maduro?

Hay algunas cosas que podemos hacer o tener en cuenta para trabajar por ese amor maduro y mantenerlo.

  • Comunicación. En una relación es importante escuchar y hablar de nuestras necesidades. Ser conscientes y transmitirlas a nuestra pareja es un hecho que permite construir bases sólidas desde la confianza y la seguridad.
  • Tolerancia. La diferencia siempre va a existir. Sois dos personas diferentes (todos lo somos) y precisamente por eso pueden aparecer puntos de desacuerdo. Pero es importante no asustarse, ya que si aprendemos a gestionarlo y tolerar la diferencia con nuestra pareja, creceremos.
  • Respeto y apoyo. Precisamente la tolerancia a la diferencia es la que nos lleva a estos dos puntos tan importantes. Sentir que podemos contar con la otra persona en momentos difíciles es importante para sentir que la relación crece y se mantiene.

En esta entrada te ayudamos a normalizar la asistencia a sesiones: ¿por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo?

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