“Yo puedo con todo”
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¿Es normal que de vez en cuando sea difícil para mi estar al 100%? ¿Cuáles son las razones que me llevan a querer poder con todo? ¿Qué hago si me cuesta pedir ayuda? ¿Cómo ayudo a una persona para quién pedir ayuda es complicado?
¿Cuántas veces te has encontrado en la situación de querer llegar a todo y no poder? ¿Cuántas frases motivacionales has visto en las que se decía que ‘querer es poder’? (Te lo confesamos, esto no siempre es así) ¿A cuántas personas de tu entorno has visto al punto del colapso y siendo incapaces de pedir ayuda?
Hoy en Psicoline queremos hablar de la dificultad que algunas personas tienen para dar el paso y reconocerse a si mismas que de vez en cuando no pueden. Pedir ayuda es complicado, sobre todo porque significa aceptar y reconocernos a nosotr@s mism@s que no podemos llegar a todos los objetivos que nos gustaría.
Hoy en Psicoline queremos hablar de la dificultad que algunas personas tienen para dar el paso y reconocerse a si mismas que de vez en cuando no pueden. Pedir ayuda es complicado, sobre todo porque significa aceptar y reconocernos a nosotr@s mism@s que no podemos llegar a todos los objetivos que nos gustaría.
¿Es normal que de vez en cuando sea difícil para mi estar al 100%?
Sí, claro que lo es. Muchos de nosotros, queremos estar bien siempre. Parece que el dolor o las cosas negativas se nos hacen un poco cuesta arriba. ¿Quién va a querer estar mal? te podrás preguntar. Y es verdad que las emociones ‘negativas’ (y las pongo entre comillas porque no son negativas sino desagradables) como la ira o la tristeza no nos suelen gustar. Por eso, cuando vemos que la vida se nos hace un poco difícil, son las primeras emociones que queremos hacer desaparecer, porque nos da la sensación de que si no están ahí, significa que todo va bien.
Sin embargo, parece que en nuestro camino nos vamos encontrando con alguna que otra subida y bajada y no por mucho desearlo, esas emociones desaparecerán. Podemos tratar de ocultarlas, silenciarlas o no hacerles caso, pero de hacerlo tal vez acabarán volviendo de una forma más desagradable.
Querer dejarlas de lado es normal, pero te proponemos hacerlo desde la consciencia, intentando prestarles atención, tratando desaber qué me pasa y por qué, y sobre todo, buscando el mensaje que quieren transmitirnos.
¿Cuáles son las razones que me llevan a querer poder con todo?
Digamos que no existe una sola razón por la que todas las personas llegamos a eso. Si nos sigues de hace tiempo, sabrás que nos gusta poder indagar un poco en la historia de cada un@ de nosotr@s y reflexionar sobre los temas que planteamos. Hoy no va a ser menos, y te queremos dejar alguna pregunta que tal vez te ayude a descubrir un poquito más de dónde aparece esa fuerte responsabilidad:
- ¿Dónde has aprendido que es necesario poder con todo?
- ¿Cómo te hace sentir no llegar a algún objetivo que te hayas puesto?
- ¿Qué significa para ti el fracaso?
- ¿Con qué relacionas pedir ayuda?
- Si sientes que estás en constante movimiento y llen@ de cosas que hacer ¿qué ocurriría si te permitieras parar?
- ¿Qué personas de tu entorno hacían lo mismo y qué imagen tenías de ellas?
- Por otro lado, ¿qué personas has visto a lo largo de tu vida que se veían sobrepasadas por las tareas del día a día y qué pensabas de ellas?
¿Qué hago si me cuesta pedir ayuda?
Si estás acostumbrad@ a no hacerlo, dar el primer paso es complicado. Si has podido responder a las preguntas anteriores, tal vez te hayas hecho una idea de por qué te ocurre esto, y desde esa perspectiva, dar pequeños pasitos tal vez sea más fácil.
Nuestra propuesta es empezar haciéndolo con personas que sean de plena confianza. Personas con las que te sientas segur@ y con quién sientas que te puedes permitir mostrar partes de ti que a veces se vuelven difíciles de enseñar.
No hace falta que el primer intento que hagas sea en situaciones en las que te sientas muy desbordad@. Empieza por cosas pequeñas. Por ejemplo, si sientes que no llegas con las tareas de casa y que tu pareja o compañer@s de piso podrían facilitarte parte de ese trabajo, pídeles que te echen una mano. Algo así como: ‘Siento que hoy estoy un poco desbordad@ con todo el trabajo que tengo que hacer. Sería algo puntual, pero me ayudaría que me echaras una mano con la cena ¿podrías encargarte tú hoy de ella?’
Prueba a ver cómo te sientes y trata de ver qué emociones y qué dificultades pueden aparecer. Analizarlas y reflexionar sobre ellas, puede ser un buen punto de partida para seguir dando pequeños pasos.
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¿Cómo ayudo a una persona para quién pedir ayuda es complicado?
Si estás leyendo esto, tal vez en alguna ocasión has visto a personas al borde del colapso. Quizá les has visto sobrepasadas por una situación e incluso así, con dificultad para pedir ayuda.
Es importante que sepas que eso no significa que no lo necesiten, sino que a veces puede ser complicado para ell@s. Si te encuentras en esa situación, te proponemos que en momentos en los que veas que puedan necesitarlo, les tiendas una mano a la vez que respetas ese espacio personal. Algo que puede ser útil es: ‘Me da la sensación de que hoy hay algo que te preocupa. No sé si necesitas algo de mi, pero en caso de ser así estaré encantad@ de echarte una mano y ayudarte.’
Si en algún momento sientes que todo esto se vuelve un poco complicado, también es importante darles opciones de profesionales con los que trabajar esta situación.
En esta entrada te ayudamos a normalizar la asistencia a sesiones: ¿por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo?
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